Porteo de bebé: la Guía PRÁCTICA para padres

Portear es una práctica que gana adeptos día a día y con razón: ¿Qué madre o padre no quiere lo mejor para sus hijos? El porteo tiene múltiples beneficios para el bebé y la persona porteadora, pero hay que saber hacerlo bien.

Frena, vamos con tranquilidad.

Si vas a portear tendrás que hacerlo bien y pensando en la morfología y el desarrollo de tu bebé.

Si quieres ampliar información, tienes a continuación la mejor guía sobre porteo para madres y padres que se inician en esto de portear bebés.

Qué es el porteo de un bebé

El porteo de bebé es un sistema de transporte basada en el contacto permanente entre un niño pequeño y el adulto porteador, por ejemplo, su madre o su padre.

Es una práctica relacionada con el Método Canguro, una técnica que consiste en tener al bebé desnudo sobre el pecho cuando el adulto está recostado o sentado, durante el mayor tiempo posible.

ᐈ Según lo que está documentado, el Método Canguro comenzó a utilizarse a finales de los años 70 en Bogotá, en un momento de crisis por la alta mortalidad infantil. Ante la necesidad de compartir incubadoras por los escasos medios disponibles, lo que aumentaba el riesgo de infecciones, se recomendaba a las madres que colocaran a sus niños sobre ellas, bocabajo, con la mitad de la cara sobre ellas y las piernas flexionadas en forma de ranita. Los resultados convencieron ante las reticencias iniciales.

Tanto el Método Canguro como el porteo forman parte de la teoría del apego, atribuida a John Bowlby. Plantea que los bebés, como seres humanos, tienen la necesidad de estar vinculados a otras personas. Es una conducta instintiva que les ayuda a la supervivencia, por ejemplo, a la hora de alimentarse.

Según la teoría del apego, una vez que se desarrolla ese vínculo intenso, este se mantiene constante. Las conductas de apego se mantienen siempre, y luego ayudan a desarrollar relaciones sociales sanas.

Además, el apego tiene consecuencias positivas para la salud física, emocional y psicológica del bebé.

Y sí, por si lo dudabas: la teoría del apego apoya el porteo de bebés.

Beneficios de portear a un recién nacido

Los beneficios del porteo están vinculados a los de la teoría del apego. De hecho, esta última promueve su práctica. Los resumimos a continuación:

1. Favorece la lactancia materna

Porteo y lactancia van de la mano.

Hay artículos de porteo (como la mochila o el fular) que facilitan dar el pecho sin que sea necesario mover al niño. Este se encontrará lo bastante cerca, seguro y protegido como para alimentarse plácidamente, resultando cómodo para él y para la madre.

2. Promueve la autonomía y la movilidad

El portabebés deja a los adultos las manos libres para que puedan realizar otras tareas.

Generalmente, la sensación de no poder hacer nada, más allá de estar pendiente del bebé, genera mucha frustración. El porteo genera alivio.

3. Previene la depresión postparto

El contacto piel con piel y la lactancia favorecen la generación de oxitocina y prolactina que contribuyen al equilibrio endocrino. Si no se dan en la suficiente medida, el desequilibrio puede promover la aparición de la depresión postparto, ya que el cuerpo interpreta que el bebé ha desaparecido.

4. Promueve las relaciones sociales

Se fomentan las relaciones paterno y maternofiliales, lo que ayuda a introducir en el círculo del bebé a otras personas de su entorno.

En el futuro, esas relaciones sanas le ayudará a desarrollar otras.

5. Cuida la postura

Siempre que el portabébes sea ergonómico, el bebé podrá mantener una postura adecuada en cadera, rodillas y muslos, sobre todo, lo que favorece su desarrollo.

También previene la plagiocefalia, una anomalía craneofacial caracterizada por el aplanamiento de la cabeza. Suele ocurrir cuando el bebé duerme demasiado en la misma postura, algo que el cochecito de paseo no evita.

6. Favorece el desarrollo psicomotor

El contacto de los cuerpos hace que el bebé reciba estímulos que le ayudan a su desarrollo, de tipo táctil, de movimiento y visual.

Todo ello mejora su sentido del equilibrio y su conciencia corporal.

7. Promueve su bienestar emocional

Al estar en contacto con su padre o madre, el niño se siente protegido.

Es frecuente que el porteo mejore su sueño por el movimiento, la calidez, el sonido de la respiración y estar sintiendo el latido.

Hará que llore menos y se calme de forma más efectiva.

Con todo, los beneficios del porteo pesan mucho más que sus posibles desventajas. Es cierto que, cuando el niño alcanza cierta altura y peso, el porteo puede resultar tan incómodo que insta al uso de cochecito o silla de paseo.

Pero el porteo se puede realizar cómodamente hasta los 15 kilos, aunque hay mochilas específicas que aguantan mucho peso (hasta 25 kg incluso) y, además, no es incompatible con la silla.

Cómo portear a un bebé correctamente

Insistimos en el que porteo de bebés genera beneficios siempre y cuando se realice correctamente. Para ello se necesita bastante información, sobre todo en cuanto a la postura, las condiciones en las que se puede realizar y los dispositivos que se pueden utilizar.

Posturas del porteo

La clave está en tener claro los preceptos del porteo ergonómico. La zona de la cadera al muslo y la rodilla debe estar apoyada, de forma que la fuerza que ejerce la articulación de la propia cadera es mínima.

El niño queda con la postura en forma de M o ranita: el trasero le queda ligeramente por debajo de las rodillas, y estas están correctamente flexionadas.

Hay otros puntos a tener en cuenta para asegurarnos de que se está ejerciendo el porteo de la manera adecuada:

  • Las vías respiratorias deben estar despejadas, de manera que ni el propio portabebés ni el cuerpo del padre o la madre las obstruyan. La respiración del bebé debe ser normal, sin pausas ni pitidos.
  • Debe haber separación entre el pecho y la barbilla, que ambas no se toquen. Si lo hacen, hay peligro de comprensión de vías, especialmente entre bebés de cuatro y seis meses que tienen menor control cervical.
  • Al portear, debes asegurarte de ver la carita del bebé. Verle solo la cabeza puede ser indicativo de postura incorrecta, por lo que hay que revisar tanto esta como la colocación del portabebés.
  • En cuanto a la altura, ten en cuenta esta máxima: debe estar a la altura de tus besos. Es decir, al bajar el cuello, debes llegar perfectamente a su cabeza con tus labios.

Dicho esto, es frecuente preguntarse si el porteo de niños grandes es igual que el de recién nacido o cuáles son las posibilidades. Lo vemos a continuación.

1. Postura tradicional de porteo

Es la postura del porteo natural, y la única considerada útil cuando el bebé es recién nacido (revisa aquí nuestro catálogo de portabebés para recién nacidos).

El niño irá colocado sobre el pecho de la madre o del padre y de cara a ella o él, con el dispositivo de porteo ejerciendo la tensión suficiente para ello.

Atendiendo a su desarrollo, el bebé se encuentra en una etapa de adaptación a la vida extrauterina, luego no necesita una estimulación excesiva. Lo único necesario es favorecer ese vínculo maternofilial, y una visión clara de los rostros resultará lo bastante estimulante.

2. Portear a la espalda

El bebé se coloca a la espalda y mirando hacia dentro, no en la dirección opuesta al adulto que lo esté porteando.

Portear a la espalda es una opción cómoda cuando el bebé ya ha adquirido cierto peso (como los 10 kg) y altura, pues su cabeza restará visibilidad al adulto que lo lleve y este tiene que saber por dónde pisa.

Para entonces (aproximadamente al año), el niño ya habrá adquirido suficiente flexibilidad en el cuello como para girar la cabeza y ver lo que hay a su alrededor, y también serán más precisos sus movimientos oculares. Ir detrás y mirar hacia los lados le proporcionará los estímulos suficientes, pero debe asegurarte siempre de que su posición es la correcta.

Insistimos en que este tipo de porteo para recién nacido no está recomendado, pues no es tan efectivo a la hora de aumentar el vínculo paterno o maternofilial. Además, estará sometido a más estímulos de los que necesita.

3. Portear hacia adelante

Portear hacia delante implica que el bebé vaya mirando hacia el mundo, por así decirlo. Su única visión no será la de su porteador y lo que puedan ofrecerle los puntos de vista periféricos al mirar la cabeza. Verá todo lo que haya a su alrededor de una manera más cómoda.

Esta postura se recomienda solo si el bebé protesta, es decir, si balbucea, se mueve y se gira de forma que te indique que quiere ir mirando hacia afuera. En todo caso, debes emplearla a partir de los seis meses de edad, no antes, y solo por periodos cortos.

Una de las razones para proceder de este modo es prevenir la sobreestimulación. De hecho, si lo colocas mirando hacia afuera y se queja o se queda demasiado absorbido por el entorno, es conveniente que lo vuelvas a colocar mirando hacia dentro.

Si va hacia afuera, no podrás verle la cara ni interferir con tanta habilidad ante determinados comportamientos. No podrás comunicarte con él tan fácilmente en un periodo (a partir de los seis meses) en el que las expresiones faciales son útiles para su desarrollo neurológico y para la regulación del estrés.

Además, la posición frontal mirando hacia afuera ejerce tensiones adicionales sobre el porteador, luego no resulta tan cómoda. La espalda puede resentirse, especialmente la zona lumbar.

4. Portear sobre la cadera

En esta posición, el bebé queda delante del porteador, sobre un lateral y mirando hacia dentro (hacia el adulto que lo portea).

Es una postura recomendable a partir de los seis meses y cuando el bebé haya crecido tanto que dificulte la visión del porteador, o bien resulte más cómodo por peso llevarlo en el lateral.

Se puede realizar con un fular de porteo, con una bandolera o con una mochila portabebés. En cuanto a estas últimas, hay algunos modelos que se desmontan y se quedan solo en un cinturón con soporte para apoyar al niño, pero necesitarás tus manos para agarrarlo por la espalda (no es manos libres).

Es frecuente que se opte por esta postura hasta los 10 kilos, momento en que el niño pasará a llevarse sobre la espalda.

Tiene ventajas con respecto a la posición de porteo hacia adelante porque podrás verle la cara, enviar estímulos a través de gestos y, en definitiva, comunicarte con él.

Sin embargo, el reparto del peso queda algo descompensado. Cuando sostenemos a un niño sobre la cadera tendemos a arquear el cuerpo para compensar, por lo que la cintura y la zona lumbar pueden resentirse.

Porteo en diferentes épocas del año

La época del año también influye en el porteo. Siempre hay que proteger al bebé de la temperatura exterior, sea alta o baja, y el porteo tiene requerimientos más específicos que el cochecito o la silla de paseo. Veamos cuáles son.

➤ Porteo en verano

Portear en verano puede ser muy sofocante por las altas temperaturas. Ten en cuenta que vuestros cuerpos irán en permanente contacto generando calor, por lo que ejercerlo es prácticamente impensable en lugares donde el termómetro sobrepasa con frecuencia los 30ºC.

Hay dispositivos de porteo especialmente diseñados para el verano, como sucede con las mochilas de malla portabebés. Tienen un tejido especialmente transpirable y un diseño que opta por lo minimalista, de manera que ayudan a sobrellevar la temperatura.

Y es que el fular, con todos sus metros de tela, queda prácticamente descartado.

Ten en cuenta que cuando más sentido tiene que ejerzas el porteo es durante los primeros meses, momento en que se debe favorecer el vínculo y promover la lactancia fácil para que el pequeño se adapte a la vida extrauterina. Si va a nacer en meses de calor, hazte con un dispositivo ligero.

Hay otros consejos útiles para portear en verano: evita las horas centrales del día, no os abriguéis demasiado y usa gorros y protectores solares. En cuanto a la ropa, aunque debe ser ligera, se recomienda llevar al menos una prenda fina y transpirable para evitar el contacto directo entre pieles, lo que genera más calor.

➤ Porteo en invierno

Al portear en invierno sucede justo lo contrario: la temperatura es tan baja que tememos que el bebé no vaya lo bastante protegido. En el cochecito se le pueden poner varias mantitas e incluso usar un nido de punto o similar, pero al portear sentimos que va algo más expuesto.

Si sus primeros meses de vida van a coincidir con los de invierno, opta por un dispositivo que sea lo bastante protector, como el fular o los modelos híbridos entre mochila y fular.

Tampoco hace falta que abrigues al bebé en exceso, ya que estaréis en un contacto permanente que generará calor. Con bodies, botas-calcetines, calentadores, ropa cómoda y holgada y un abrigo (si es necesario) es suficiente. Tampoco tú tienes que ir demasiado abrigado, pues al calor de los cuerpos se sumará el del movimiento.

De todas formas, existen prendas específicas como el abrigo del porteo, que cuentan con un hueco en el que colocar al bebé y cubre tu tronco y tus brazos. Es recomendable en lugares donde se registran temperaturas muy bajas, no en aquellas zonas que mantienen una temperatura suave.

Portear gemelos o mellizos

Llevar dos bebés de manera simultánea aumenta las complicaciones, pero no resulta imposible. Está claro que es un ejercicio reservado para los primeros meses, momento en que los padres querrán explotar todos los beneficios de la opción. Más adelante el peso y la altura se multiplica por dos.

A la opción del fular se suma la de las mochilas portabebés para gemelos. Lo más frecuente es que ofrezcan la opción de llevar uno al pecho y otro a la espalda, pero este último no recibirá esos estímulos tan beneficiosos que ya hemos repasado. Conviene, pues, ir cambiándolos de sitio.

También hay portabebés que permiten llevar a los niños delante y mirando hacia ti, uno a cada lado. Sin embargo, no tenemos demasiada información al respecto como para saber si son efectivos y si se recomiendan.

Otras posibilidades son colocarse una mochila delante y una detrás, optar por un fular tejido, colocarse un mei tai evolutivo (fabricados en tejidos de fular) o ponerse dos bandoleras delante, una en cada cadera. En cualquier caso, hay que asegurar la postura correcta de los dos bebés.

Otra opción es comprar dos mochilas o dos fulares portabebés, uno para cada niño y para cada padre o madre. Es un plan con limitaciones porque se necesitan dos adultos siempre, lo que queda descartado en las familias monoparentales. Además deben tener la misma disponibilidad y salir siempre juntos, lo que también es complicado.

Ropa especial para porteo feliz

La ropa abriga y protege, por lo que ofrece funciones extra más allá de portear. Repasamos algunas de las prendas más interesantes para el porteo.

➤ Bandolera portabebés

Portear con bandolera ofrece ventajas como la de la versatilidad. Se trata de una prenda de tela que generalmente lleva anillas para facilitar una colocación correcta. Depende del modelo, pero es frecuente que se pueda colocar en varias posiciones: sobre el vientre, a la cadera o incluso a la espalda. Puede usarse desde el nacimiento hasta que se descarte la opción de porteo.

➤ Fular elástico de porteo

Portear con fular o pañuelo de porteo ofrece ventajas respecto a la mochila, pues se trata de una prenda de tela que envuelve por completo al bebé y, generalmente, también es más económica. Por supuesto, garantiza un porteo ergonómico siempre que se coloque bien.

El fular elástico se diferencia de los normales en el elastano, una fibra textil sintética que da más elasticidad a las prendas. Sin embargo, es conveniente que el fular no sea demasiado elástico, pues con él se debe generar la tensión suficiente. Además, cuanto más elástico sea más probabilidades habrá de que ceda.

➤ Abrigo portabebés

El abrigo para portear es también un abrigo de maternidad, de manera que te servirá desde que estés embarazada. Tiene un insertable para ampliar el tamaño que se puede colocar delante y detrás, y que te servirá para que el abrigo gane anchura. Te cubrirá cuando estés embarazada y cuando lleves a tu hijo contigo.

Cuenta con cremalleras para poder colocar el insertable de manera fácil y cómoda. Si no colocas esta pieza extra, será un abrigo normal ajustado a tu talla habitual y que puedes utilizar en cualquier momento. Por lo tanto, no se trata de un artículo caro si tienes en cuenta el amplio uso que le puedes dar.

Otras consideraciones importantes sobre porteo

Un porteo feliz es un porteo cómodo y efectivo para madres, padres y sus hijos.

No siempre es fácil hacerse con la dinámica, así que te recomendamos tener paciencia. Es normal que al principio sientas cierta inseguridad, e incluso tendrás que escuchar opiniones de todo tipo de otros adultos.

Ten en cuenta los amplios beneficios de la práctica para no dejarla antes de tiempo.

Es importante que elijas un dispositivo de porteo adecuado para su edad y su peso. El formato dependerá de tus preferencias (si es fular, mochila, bandolera, etc.), pero para que se pueda hablar de porteo ergonómico, este es un aspecto fundamental.

Insistimos, una vez más, en la importancia de la postura. El peso debe recaer sobre su trasero, no sobre sus genitales. Recuerda que las rodillas deben estar flexionadas y ligeramente por encima de la cadera, que es justo la posición de la ranita.

Por otra parte, ten en cuenta que cada bebé es un mundo. Hay algunos que se duermen en cuanto se les coloca en la posición de porteo, y a otros se les ve tan incómodos que fuerzan a probar otros dispositivos o posturas con el mismo. En la medida de lo posible, atiende sus peticiones sin poner en riesgo su seguridad y su salud.

Preguntas frecuentes de madres y padres

Son otras muchas las dudas que pueden surgir en torno al porteo de bebés. Recopilamos algunas de las más frecuentes.

➤ ¿Puedo portear embarazada?

No podemos dar una respuesta categórica a esta pregunta, pues esta depende de múltiples variables: la etapa del embarazo en la que te encuentres, el peso y la edad del niño que quieres llevar y los cambios que sufrirá tu cuerpo.

Hasta el sexto mes, lo recomendable es no sobrepasar de forma habitual los 5 kilos, ni los 10 kg de forma puntual. A partir del séptimo mes, en cambio, se recomienda evitar cargas de peso superiores a los 3 kg, especialmente si se corre el riesgo de sufrir un parto prematuro.

Las opciones de porteo, por lo tanto, son limitadas. El peso medio de un recién nacido están en los 3,4 kg, así que los primeros dos o tres meses si podrás ejercer el porteo con seguridad. Pero a partir de los tres meses es frecuente que sobrepasen los seis kilos, así que solo podrás hacerlo de forma puntual y en un tiempo no prolongado.

Es mejor preguntar a tu médico, pues muchas mujeres se sienten bien físicamente como para seguir levantando peso durante el embarazo. La incomodidad la generará la propia barriga, que irá siendo cada vez más prominente.

➤ ¿Puedo portear durante la lactancia?

No solo se puede, sino que además es muy recomendable. Uno de los grandes beneficios del porteo es que facilita la lactancia materna: por un lado, porque el bebé se encuentra en la postura adecuada y apenas será necesario moverlo para que pueda hacer su toma; por el otro, porque recibirá estímulos eficaces para su supervivencia, incluyendo la alimentación.

Te recordamos que la Organización Mundial de la Salud recomienda proporcionar solo leche materna hasta los seis meses. Está claro que esta no es una práctica que todas las madres puedan seguir, pero el porteo aumentará las posibilidades de mantenerla.

➤ ¿Se pueden portear niños grandes?

El porteo ergonómico de bebé se va haciendo más y más complicado a medida que los niños crecen, por el peso y el tamaño que adquieren.

Nuestro cuerpo se va resintiendo.

Si quieres ejercer el porteo durante el máximo tiempo posible, te recomendamos una silla de porteo de montaña. Resisten hasta 20 kilos o más, que es aproximadamente a los seis años. Es una edad más que suficiente para un niño normotípico, pues probablemente para entonces ya querrá ir caminando solo.

En definitiva, portear es una práctica tradicional y natural que se adscribe al método canguro y está ampliamente avalada dentro de la teoría del apego. Tiene múltiples beneficios, pero para ejercerla correctamente es necesario tener en cuenta variables importantes: el dispositivo más adecuado, la época del año y las circunstancias en las que se encuentre el padre o la madre.

Lo fundamental es garantizar una buena postura del bebé, de forma que no se ponga en apuros su desarrollo motor. Es necesario elegir bien y vigilar de cerca que todo marcha. ¡Y para eso estamos! Desde Miportabebes.es tratamos de ofrecerte toda la información para un porteo efectivo, cómodo y seguro.