Portear hacia adelante: la Guía para hacerlo BIEN
Si te estás preguntando cómo portear hacia adelante es porque sientes que tu bebé tiene cada vez más curiosidad o porque el porteo ya te va resultando incómodo y quieres probar probar nuevas posiciones. Pero, ¿es buena idea?
El porteo de frente es un reclamo para muchos modelos de mochilas portabebés, pero cabe hacer un análisis en profundidad sobre la práctica. ¿Es recomendable? ¿Qué ventajas y desventajas tiene? Te contamos todos los detalles.
¿Es recomendable el porteo frontal?
El porteo hacia adelante genera mucha controversia. Muchos modelos de mochilas venden a bombo y platillo la versatilidad que ofrece la multiposición, pero hay expertos que señalan que no es buena idea. Sobre todo, por la postura.
Las mochilas 360 son, por lo general, menos ergonómicas que las que solo permiten llevar al bebé mirando hacia ti. Recuerda que estos dispositivos deben respetar la forma de M de las piernas y la de C de la columna, que es la curvatura natural del bebé. Además, deben asegurar la sujeción de la cabeza.
Los artículos que se venden como versátiles tienden a quedar colgones, así que no respetan la postura natural del bebé y pueden presentar riesgos para el desarrollo.
Pero no todo son voces opuestas a esta postura. El doctor Henrik Norholt, miembro de la Asociación Mundial de Salud Mental Infantil, no desaconseja la posición si se realiza por periodos cortos, para evitar la incomodidad de padres e hijos y la sobreestimulación.
La clave está, dice, en encontrar la mochila adecuada. Hay modelos que sí garantizan la ergonomía, incluso en el porteo mirando hacia adelante, así que se trata de buscar marcas fiables.
Cuándo portear hacia delante
Si quieres probar el porteo hacia delante, es mejor que lo hagas a partir de los seis meses.
Será entonces cuando el pequeño tenga mejor control de la cabecita y el cuello, pero recuerda que debes garantizar un soporte ergonómico.
No es recomendable que lo hagas antes, por las desventajas que veremos a continuación.
Desventajas del porteo hacia fuera
El porteo con el bebé mirando delante tiene la ventaja de que le resultará más fácil ver lo que hay en su entorno. Hay niños curiosos que lo necesitan, y basta con que les observes para darte cuenta.
Pero, si lo vas a ejercer, debes ser consciente de las desventajas:
- No respeta la postura natural del bebé. No todas las mochilas tienen el mismo comportamiento, pero, para mantener la postura, siempre será mejor que mire hacia ti.
- Aumenta el riesgo de displasia de cadera. Derivado de lo anterior, si abusas de la posición es posible que el desarrollo óseo del niño no sea el más adecuado.
- No permite el control de la cabeza. El cuello del bebé aún no tiene fuerza suficiente como para sujetar la cabeza, y tenderá a irse a los lados con el riesgo que supone.
- No facilita la lactancia materna. Es una de las grandes ventajas del porteo, y con esta postura no se está aprovechando. Otra razón para que solo lo hagas a partir de los seis meses.
- No es posible mantener el contacto visual con el bebé. Puede llevarle a sentir inseguridad, sobre todo si es muy pequeño.
- Es más incómodo para ti. La espalda estará cargada en exceso porque la columna se arqueará para contrarrestar el peso del bebé. Para evitarlo, puedes portear a la espalda.
Consejos para portear hacia delante
Considerando las desventajas ya mencionadas, es mejor que optes por el porteo frontal con el niño mirando hacia afuera solo en casos puntuales. Como mero ratito de diversión, sobre todo si se trata de bebé curioso, pero sin abusar.
Si el bebé ha superado los seis meses, tienes una mochila apropiada y quieres probar, aquí tienes algunos consejos útiles:
- Opta por periodos cortos. Tómatelo como un momento de diversión, pero no como una manera adecuada de portear.
- Mejor en ambientes tranquilos. La idea es que el niño no se sobreestimule por el exceso de señales visuales o acústicas en el ambiente.
- Observa el comportamiento del niño. Si se pone nervioso o lo notas molesto, vuelve de inmediato a la postura en la que mira hacia ti.
- Proporciona caricias y besos. Será una manera de que constate que estás ahí para protegerle, aunque no pueda verte.
- Piensa una alternativa. Si has decidido cambiar la posición porque te sientes incómodo al portear, no creemos que te ayude que el niño mire hacia adelante. Tal vez ya ha alcanzado mucho peso y es momento de pasar a la silla de paseo.
En definitiva, el porteo hacia adelante solo se recomienda de manera puntual y con una mochila que garantice la ergonomía también en esa posición. En nuestra web encontrarás algunos modelos interesantes.